El futuro de la movilidad es claramente eléctrico, pero la transición va a cambiar de forma radical el riesgo tanto para fabricantes como para proveedores y aseguradoras, y tendrá un considerable impacto sobre el seguro de responsabilidad por producto de automoción, según indica un reciente informe de la aseguradora Allianz Global Corporate & Specialty (AGCS).
«Desde las redes de cadena de suministro hasta el propio producto final, pasando por los procesos de producción, el sector de la automoción tendrá que dar respuesta a numerosos riesgos emergentes para hacer posible la transición al vehículo eléctrico», afirma Daphne Ricken, suscriptora sénior de Responsabilidad Civil en AGCS. «El crecimiento previsto de los coches eléctricos trae consigo la posibilidad de nuevos defectos y problemas de rendimiento, mayores costes de reparación, nuevas amenazas cibernéticas y riesgo de incendio e, incluso, problemas asociados a la sostenibilidad del abastecimiento y eliminación de componentes críticos y materias primas».
Nuevos riesgos
- Seguridad y fiabilidad: las pruebas realizadas por el Centro Tecnológico de Allianz (AZT) han demostrado que los componentes de alto voltaje de los coches eléctricos están bien protegidos y no se verían afectados en la mayoría de los accidentes. El análisis estadístico de las indemnizaciones de Allianz muestra también que, hoy por hoy, los coches eléctricos tienen menos probabilidades de verse involucrados en accidentes, puesto que lo habitual es que recorran distancias cortas con un kilometraje general reducido. No obstante, los daños soportados pueden, en promedio, ser más costosos que en los coches convencionales. «En muchos casos, la necesidad de sustituir las baterías en un coche eléctrico puede dar lugar a un siniestro total. Por otra parte, el hecho de que estos vehículos únicamente puedan acudir a talleres especializados puede contribuir a incrementar los costes», afirma Carsten Reinkemeyer, director de Investigación en Seguridad y Tecnología de Vehículos en AZT Automoción. La duración y el rendimiento de las baterías son factores críticos en los coches eléctricos. Dado el alto coste de su sustitución, el incumplimiento de las garantías de rendimiento plantea cuestiones de responsabilidad para fabricantes y proveedores, además del coste de la reparación o sustitución de las baterías.
- Riesgo de incendio: como en el caso de los vehículos convencionales, los componentes eléctricos defectuosos y cortocircuitos pueden provocar incendios pero, además, las baterías de ion-litio pueden entrar en combustión si están dañadas, se sobrecargan o se exponen a temperaturas elevadas. Los incendios de las baterías de alto voltaje pueden ser muy intensos y difíciles de extinguir, y también pueden liberar grandes cantidades de gases tóxicos, así pues pueden ser necesarias 24 horas o más para controlar y asegurar este tipo de incendios. Debido a la relativa poca frecuencia de este tipo de incendios hasta la fecha, los servicios de respuesta y rescate tienen limitada experiencia a la hora de hacer frente a este tipo de incidentes.
- Cuestiones medioambientales: a pesar de las credenciales ecológicas, las cuestiones medioambientales pueden llegar a constituir una responsabilidad y un riesgo reputacional para fabricantes de vehículos y proveedores. Un rápido crecimiento de la demanda de coches eléctricos obligará a los fabricantes a obtener suministros sostenibles de componentes críticos y materias primas conforme intensifiquen la producción. Por ejemplo, la tecnología de las baterías provocará un crecimiento desorbitado de la demanda de cobalto y litio, que puede llegar a superar la capacidad actual de suministro (se prevé que el suministro de litio se triplique en 2025). La eficacia del reciclado y la reutilización de materiales será, por lo tanto, esencial. Asimismo, las inquietudes medioambientales y sociales harán hincapié en el suministro sostenible de materiales, así como en la trazabilidad y transparencia de las cadenas de suministro. Las baterías de alto voltaje también podrían presentar un riesgo de contaminación si no se eliminan adecuadamente.
- Aceleración de la llegada al mercado y potenciales defectos: los fabricantes se ven presionados para acelerar la transición a la movilidad eléctrica. La combinación de nuevas tecnologías, ciclos cortos de desarrollo y la nueva impresión en 3D/4D en la producción puede dar lugar a un incremento de defectos y problemas de calidad, lo que provocaría retiradas de productos en el sector de la automoción, que ya de por sí se encuentran entre las mayores y más complejas de cualquier sector industrial, según revela el análisis de indemnizaciones de AGCS.
- Preocupaciones cibernéticas: los coches eléctricos tendrán probablemente una mayor conectividad y dependencia de datos, sensores y software, incluida la inteligencia artificial, para la gestión de los sistemas del vehículo y asistencia a la conducción. Como en el caso de los vehículos convencionales, una mayor conectividad puede dar lugar a vulnerabilidades cibernéticas, como la amenaza de ataques maliciosos, interrupción de sistemas, errores y fallos. El sector de la automoción ya se ha visto involucrado en retiradas de productos por problemas de ciberseguridad.
Implicaciones para seguros y complejidad de las indemnizaciones
La movilidad eléctrica tendrá numerosas implicaciones en materia de seguros e indemnizaciones, ya que la tecnología crea nuevos riesgos y exposiciones y la responsabilidad se desplaza en la cadena de suministro. El crecimiento de los vehículos eléctricos tendrá, en concreto, un impacto considerable sobre los seguros de responsabilidad por producto de automoción.
«Las piezas y componentes de automoción estarán más integrados. Lo que anteriormente eran tres piezas en un coche convencional podrían ser hoy una única pieza en el coche eléctrico, lo que suscita dudas acerca de la interacción de estas piezas y la responsabilidad del fabricante o proveedor en caso de defecto. Además, las piezas de automoción incluirán cada vez más software integrado», explica Ricken. «La mayor complejidad de la cadena de suministro del sector de la automoción y la dependencia de los productores de software y tecnología va a generar nuevas exposiciones y responsabilidad compartida en la cadena de valor».
Los riesgos de incendio y explosión asociados a las baterías de alto voltaje podrían dar lugar a indemnizaciones para las aseguradoras de inmuebles comerciales, especialmente cuando se carguen múltiples coches en aparcamientos subterráneos. Los escenarios de indemnización son variados: desde incendios y daños patrimoniales provocados por el recalentamiento de baterías hasta averías, con resultado de incendio, como consecuencia de fallos electrónicos en el sistema de gestión de las baterías.
Las aseguradoras pueden también tener que hacer frente a un potencial incremento de las indemnizaciones por responsabilidad/retirada de producto como consecuencia de las nuevas tecnologías, componentes y menores plazos de desarrollo y prueba. Por último, pero no menos importante, habrá exposiciones por responsabilidad civil de la empresa, como posibilidad de emisiones tóxicas y riesgo de incendio durante la impresión 3D, o bien el riesgo de incendio y contaminación durante la manipulación de baterías de litio.
Fuente: “Negocio” de ADN del Seguro