Agroseguro ha anunciado el inicio del período de suscripción de seguros para cultivos herbáceos, frutos secos y olivar, brindando cobertura contra diversos riesgos climáticos, a través de los módulos que incluyen las opciones de aseguramiento más amplias.
Para los cultivos herbáceos, se abre el periodo para asegurar la cosecha 2024 con opciones de aseguramiento, a través de los módulos 1 y 2 en secano, que incluyen cobertura contra sequía, asurado, pedrisco, no nascencia, no implantación, incendio o fauna, entre sus coberturas. Además, los agricultores que renueven estos módulos en el plan 2023 (cosecha 2024) antes del 30 de septiembre, 31 de octubre o 15 de noviembre (en función del ámbito y del cultivo) recibirán una bonificación del 5%.
Desde la entidad se destaca que la sequía ha sido un riesgo recurrente en los últimos años, registrando una mayor incidencia sobre los cultivos herbáceos durante la última década, lo que ha impulsado la demanda de seguros agrarios. La actual cosecha 2023 ha sufrido el peor siniestro de sequía de la historia del seguro agrario, con una estimación de indemnizaciones que alcanza los 455 millones de euros, incluyendo también otros daños distintos a los provocados por la sequía, y de los que ya se han pagado 416 millones, sobre una superficie total reclamada de 2,4 millones de hectáreas (78% por sequía y 22% por daños por pedrisco y otros riesgos). La superficie siniestrada crece un 85% respecto a 2022 y más de un 200% respecto a 2021.
Frutos secos y olivar
Además, también comienza el plazo para suscribir el seguro agrario de frutos secos (almendro y avellano) frente a los riesgos de pedrisco, helada, sequía y riesgos excepcionales (lluvia, inundaciones, incendios o viento), con novedades. En estos cultivos, las indemnizaciones estimadas por los daños ocurridos en la actual cosecha ya superan los 13 millones de euros (la mayoría por riesgos de helada).
En el caso del olivar, los módulos de otoño (módulos 1 y 2) permiten contratar dos cosechas consecutivas para proteger las explotaciones olivareras frente a daños por sequía, pedrisco, lluvia, helada, viento o incendio, entre otros riesgos. Actualmente, y aunque los daños de esta campaña no están todavía peritados, todo parece indicar que los causados por la sequía van a tener un impacto significativo en el olivar.
Fuente: INESE