La contratación de los seguros agrarios se ha cerrado con unas primas imputadas de 797 millones de euros y un valor de la producción asegurada de 15.214 millones de euros, las cifras más altas en los 40 años de historia de Agroseguro.
La Junta General de Accionistas de Agroseguro, celebrada hoy, día 31 de marzo, ha aprobado las Cuentas Anuales y el Informe de Gestión del ejercicio 2020. La contratación de los seguros agrarios combinados ha cerrado el ejercicio con unas primas imputadas de cerca de 797 millones de euros, correspondientes a la suscripción de 415.975 pólizas (un 4,76% más que en 2019) y con un valor de producción asegurada que en 2020 ha vuelto a alcanzar una cifra récord en la historia del seguro agrario, con 15.214 millones de euros, es decir, un 6,71% más que en 2019.
Esto supone un aumento de las primas imputadas (las correspondientes a riesgo del propio año 2020) de un 3,52% con respecto al ejercicio precedente. Las primas devengadas (las contratadas en 2020, aunque en parte correspondientes a riesgo de 2021) también reflejan un incremento, aunque algo menor, del 1,64%, impulsadas por el buen comportamiento de algunos de los seguros que se contratan en los últimos meses del año.
Los cuatro últimos ejercicios se encuentran entre los cinco más severos de la historia en cuanto a las indemnizaciones satisfechas.
Por su parte, la siniestralidad del año 2020 ha crecido un 0,71% respecto a 2019, hasta situarse en los 633 millones de euros. Ello sitúa el ratio de siniestralidad del ejercicio sobre las primas de riesgo en el 99,6%, es decir, en una situación muy próxima al estricto equilibrio. Cabe destacar que, desde el punto de vista de las indemnizaciones satisfechas, se trata del cuarto ejercicio consecutivo por encima de los 600 millones. El año 2012, con 767 millones, se mantiene como el de mayor siniestralidad de la historia.
A lo largo del año se han ido encadenando todo tipo de fenómenos climáticos extremos, pero cabe destacar, sobre todo:
- La borrasca Gloria, el evento más dañino, que pasó por el arco mediterráneo entre los días 20 y 24 de enero. De gran intensidad y persistencia, provocó daños por lluvias, inundaciones y viento en todo el este peninsular, afectando especialmente a los cítricos y las hortalizas de invierno, así como a estructuras e instalaciones de cultivos bajo cubierta y a explotaciones pecuarias. La borrasca originó además un fuerte temporal marítimo que causó graves daños en explotaciones de acuicultura marina.
- Las tormentas de pedrisco, que se sucedieron de forma continua desde el mes de marzo -más temprano de lo habitual- hasta finales del otoño. Especialmente dañina resultó la DANA producida el 11 de agosto, que provocó una tormenta de pedrisco sobre el centro y sur peninsular, dejando importantes daños en cultivos de frutales, hortalizas de verano, uva de vino y cultivos herbáceos de recolección otoñal.
En total, en el año 2020 se atendieron más de 1,6 millones de siniestros, de los cuales 91.432 correspondieron a producciones agrícolas y cerca de 92.744 a ganaderas, a lo que se añaden los más de 1,4 millones de servicios de retirada y destrucción de animales muertos en la explotación.
En resumen, 2020 ha cerrado, por segundo año consecutivo, en positivo, por importe de 8,92 millones de euros -antes de dotar la reserva de estabilización-. Ello se debe al buen comportamiento de los tres grupos de líneas de seguro: viables -con un resultado técnico de 1,8 millones-, experimentales -con un resultado técnico de 4,59 millones- y seguros de retirada -con un resultado técnico de 2,53 millones-.
Como es obvio, lo más relevante del año ha sido la situación sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19. Agroseguro ha seguido todos los protocolos y actuaciones recomendadas por las autoridades sanitarias, y, en el plano operativo, ha realizado inversiones para reforzar los sistemas de seguridad informática y optimizar la infraestructura tecnológica con el fin de generalizar el trabajo a distancia -incluidas aplicaciones de teleperitación-, así como para acelerar las iniciativas de digitalización, en particular las destinadas a reforzar las comunicaciones con el asegurado, que ha recibido información actualizada a través de correo electrónico, SMS o el nuevo Área de Clientes de la web. Con todo ello, se ha conseguido mantener el nivel de servicio a los agricultores y ganaderos asegurados, tanto en los procesos de contratación como en los de tramitación de siniestros, que no se han visto afectados por las dificultades relacionadas con la pandemia, manteniendo el pago de las indemnizaciones en un plazo no superior a 30 días.