La red de carreteras española destaca a nivel mundial pero la inversión tecnológica y la mejora de las redes de conexión son aspectos relevantes que desarrollar para impulsar el entorno para esta tecnología.
La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) ha elaborado el primer “Informe sobre Vehículo Autónomo y Conectado”, con el objetivo de evaluar y medir el desarrollo del entorno y tecnologías de conectividad y autonomía en España respecto a otros países y orientar al sector sobre las necesidades que precisa y el ritmo que debe llevar. También pretende la patronal cubrir un hueco en las estadísticas actuales sobre movilidad.
Con este Informe, desde la asociación se busca impulsar una regulación específica en España que permita la entrada de tecnologías de conducción automatizada por encima de la actual, marcada con nivel SAE (Society of Automotive Engineers) o nivel de autonomía 2. Según refleja el informe, las marcas de automóviles tienen capacidad tanto en la oferta actual como en la entrada de nuevos vehículos en el mercado de niveles de conducción autónoma por encima de lo ahora permitido por la regulación. Por ello, desde Anfac consideran que “estamos en el momento oportuno para poner en marcha un reglamento especifico que asiente las bases para la entrada y circulación de vehículos con niveles de autonomía 4 en las carreteras españolas durante este año, tal y como ya realizan países de nuestro entorno como Francia o Alemania”.
El informe, con carácter anual, consta de dos partes. Por un lado, el indicador de entorno tiene como objetivo comparar la situación de España respecto a otros países del mundo en aspectos relevantes que condicionan el desarrollo del Vehículo conectado (VC) y el Vehículo Autónomo (VA). Este se ha desarrollado a través de la última información pública disponible (a fecha de publicación de este documento) de una serie de indicadores internacionales, tales como el Global Cibersecurity Index, Huawei Global Connectivity Index, Speedtest y Global Competitiveness Report.
Por su parte, el indicador global con base 100 se realiza a través de diferentes subindicadores que miden el nivel de ciberseguridad, conectividad, inversión tecnológica y calidad y conectividad de las carreteras. En este indicador se refleja la necesidad de mejorar el entorno y tecnologías existentes en España para el impulso del vehículo autónomo y conectado. España obtiene una valoración de 50,5 puntos sobre 100, todavía lejos de los países líderes como Estados Undos (67,8), Suecia (63,3) o Finlandia (62,5). En este sentido, en el Informe de Anfac, España destaca a escala mundial por su nivel de red e infraestructuras de carreteras, pero con una amplia capacidad de mejora tanto en el ámbito de inversión en nuevas tecnologías (Inteligencia artificial, Internet de las cosas, tecnologías de la información), como en la propia infraestructura y calidad de las redes de conectividad.
Vehículo Autónomo
Para su análisis, el informe tiene en cuenta tanto el nivel potencial de autonomía del mercado, que refleja el nivel medio al que podría llegar el mercado con la tecnología disponible por los fabricantes, como el nivel real de la oferta, a partir de las funciones de autonomía disponibles actualmente en el mercado.
La autonomía potencial del mercado de turismos es la que se encuentra en un estado más avanzado, con puntuaciones medias por encima de 3. Por su parte, los comerciales ligeros están levemente por debajo, situándose en el nivel 2, como tecnología de autonomía mayoritaria. En cuanto a vehículos pesados (vehículos industriales y autobuses), la penetración se encuentra en un nivel inferior de autonomía potencial que los vehículos ligeros. En este caso, la media se sitúa por debajo de los 3 puntos, registrando puntuaciones de 2,9 y 2,6 puntos (sobre 5), respectivamente. En todos los casos, las marcas de automóviles ya cuentan con la tecnología necesaria para la fabricación de vehículos completamente autónomos (nivel 5).
Respecto a la autonomía real de oferta, en España la Ley de Tráfico no permite circular a modelos con nivel 3 o superior. Como consecuencia, el grueso de los modelos ofertados en España para turismos cuenta mayormente con un nivel de autonomía 2, correspondiente al 62% de la oferta existente. No obstante, el 23% de la oferta ya incluye la tecnología necesaria para poder funcionar con un nivel de autonomía 3 si la regulación lo permitiese. En estos casos está incorporada pero no activa. De igual manera, el 27% de los modelos totales en oferta dispone de algunas funciones tecnológicas propias del nivel 3, como es el sistema automático de mantenimiento de carril (ALKS) o la combinación de un sistema de mantenimiento de carril junto con control de crucero adaptativo.
Para los vehículos comerciales ligeros, la oferta actual cuenta con vehículos de hasta un nivel 3 de autonomía, que representa el 5% de los modelos. La mayor parte de los modelos de vehículos comerciales ligeros, cerca del 57% de la oferta, está disponible bajo un nivel de autonomía 1. Dentro de las tecnologías de autonomía del vehículo, destaca el sistema avanzado de frenado de emergencia (AEB), disponible en el 73% de los casos analizados.
En cuanto al vehículo industrial, la mayoría de los modelos ofertados por las marcas en España se puede comprar con un nivel 1 (85%), aunque el 9% de la oferta ya incluye la tecnología necesaria para poder funcionar con un nivel de autonomía 3 si fuese posible. En el caso de los autobuses, cerca del 25% de la oferta en mercado incorpora tecnología de autonomía de nivel 2 pero, en su mayoría, aún se encuentra poco implementado, siendo el nivel 1 el más popular en la oferta al cubrir el 69% de los autobuses.
Vehículo conectado
El Informe del Vehículo Autónomo y Conectado de Anfac muestra que la seguridad es la principal prioridad para los fabricantes en el desarrollo e inclusión de tecnología vinculada a la conectividad en sus vehículos. Sin embargo, son los turismos y comerciales ligeros quienes lo destacan en primer lugar seguidos de otros aspectos como el control del vehículo, vinculado a la gestión de diferentes funciones de los vehículos mediante dispositivos externos, o el confort, relacionado con la incorporación de tecnologías de conectividad con el entorno o en tiempo real que mejoren la experiencia del usuario.
Por su parte, los vehículos industriales y autobuses mantienen la seguridad entre sus prioridades, pero en ambos es el mantenimiento y diagnosis lo que se sitúa en primer lugar, dando una mayor relevancia a aquellas tecnologías vinculadas al aviso de averías o situación y estado de los diferentes componentes de los vehículos.
Fuente: Posventa