De todos es conocido que la tecnología está permitiendo al sector asegurador una mejora en la detección del fraude. Existe una cada vez mayor capacidad de detección debido al avance tecnológico, con la incorporación de sistemas big data, la Inteligencia Artificial y otras aplicaciones.
Cada vez nos llegan a los peritos de seguros más alertas de posibles fraudes que hay que verificar y el resultado es que muchas de estas son positivas. Ahora bien, los estafadores mejoran sus métodos y no solo se van perfeccionando, sino que además se adaptan a las nuevas tecnologías y las emplean para conseguir sus objetivos.
Hoy en día, hay multitud de aplicaciones y medios que se utilizan con fines profesionales, como la realidad virtual, donde las aplicaciones permiten añadir, sobre un objeto o lugar real, otro ficticio de forma virtual. Por ejemplo, hay fabricantes de automóviles que, sobre un modelo de vehículo real, pueden ir cambiando virtualmente el color del vehículo, sus llantas de rueda o añadir accesorios para facilitar la percepción del comprador.
De igual manera, una empresa de productos para el hogar puede, sobre una imagen de un domicilio real, añadir todo el muestrario que tenga de cocinas, baños, pinturas, etc. Estos sistemas de realidad virtual ya se utilizan para fingir falsos siniestros en casos de intentos de estafa al seguro.
Mediante estos sistemas se pueden fingir daños en un vehículo que realmente no los tiene, como el caso que se puede ver en Youtube (https://youtu.be/mcmZ7zEAhbQ), donde se finge la iniciación y propagación de un falso incendio en un domicilio. Recomiendo ver el vídeo entero, para apreciar el alto nivel de credibilidad que se consigue.
Se puede simular así una grieta en una pared, presentar una vitrocerámica fisurada o una pared con humedades, con mucha mayor facilidad que el vídeo presentado anteriormente.
La IA también facilita realizar fraudes. Sistemas como el deepfakes permite clonar rostros de personas y cambiar el rostro de una persona poniendo el de otra, pudiendo por tanto alguien hacerse pasar por otra persona (https://www.incibe.es/aprendeciberseguridad/deepfakes).
También existen los deepfakes de voz, con los cuales se puede replicar la voz de una persona con la calidad suficiente para confundir con suma facilidad. Existen a su vez otras aplicaciones que detectan si la voz es real o está creada por IA.
Todos estos sistemas pueden ser utilizados para cometer fraudes al seguro si la entidad implicada no se encuentra preparada para su detección.
Todas las aseguradoras incorporan nuevos sistemas de trabajo mediante funciones avanzadas en procesos de peritación con fotoperitación y videoperitación. En producción, con inspección telemática de riesgos, o en tramitación de siniestros, mediante la transacción de documentos digitales, deben tener establecidos sistemas que detecten los posibles fraudes creados mediante sistemas tecnológicos. Por supuesto, deben preparar a sus empleados y colaboradores para que sepan distinguir los casos fraudulentos. Es vital tener claro que cada vez es necesaria una mayor preparación en la lucha contra el fraude debido a la gran variedad de posibilidades existentes hoy en día.
NECESARIA ESPECIALIZACIÓN
Debemos ser conscientes que ya no es tan sencillo verificar si una fotografía es falsa comprobando su geolocalización. Cualquier móvil, sin que sea de última generación, puede modificar su localización activando la Función Desarrollador. Es algo poco conocido, pero la tienen ya todos los teléfonos.
Otros métodos simples pueden ser el de asegurados que obtienen fotos en internet para acreditar daños o preexistencias. Para estos últimos casos, existen aplicaciones gratuitas que encuentran el lugar donde estaba publicada la fotografía cuando esta ha sido obtenida por internet.
Pero también existe la posibilidad de realizar fraudes de forma inversa, es decir, ocultar daños que realmente existen. Como los casos de fotografías manipuladas por photoshop. Seamos conscientes que todo o casi todo puede ser modificado y simulado hoy en día, sin que en muchos casos ni siquiera sea necesario utilizar sistemas tecnológicos.
Los sistemas de fotoperitación pueden ser susceptibles de realizar fraudes de forma más bien artesanal. Tan fácil como pintar una raya con un lapicero en un folio para ponerlo por detrás de un parabrisas de un automóvil, como se suele hacer en ocasiones para facilitar la visión de un daño. O un celo arrugado por detrás del parabrisas para simular una rotura por estrella.
Simular el repintado de un vehículo con fotografías en proceso de aparejado, es tan simple como aplicar aparejo de bajo espesor en spray, sacar fotografías y limpiarlo con disolvente seguidamente, evitando su secado y dejando el vehículo como estaba en un principio.
La lucha contra el fraude al seguro requiere especialización. Es necesario adecuar la formación en detección y actuación en el fraude para todos los profesionales del sector.
En la Asociación de Peritos de Seguros y Comisarios de Averías (APCAS) se tiene muy clara esta problemática y en ella se inscribe la incorporacion este año de nuevos cursos sobre esta cuestión para peritos de seguros y cualquier profesional del sector relacionado con los siniestros. Como el de ‘IA: Aumento y detección del fraude’, que ya se celebra de forma presencial por diferentes lugares de España.
Josu Martínez Martínez
Director de J. Martínez y Asociados.
Autor del Blog “Lucha contra el Fraude”, perito de seguros de vehículos automóviles especializado en fraude y seguridad vial. Vicepresidente nacional de APCAS y coordinador de la CSV+M de la entidad pericial.
Os recordamos que esta sección está abierta a vuestra participación y os invitamos a que os suméis a esta sección enviándonos casos de fraude que hayáis descubierto, que permitan conocer y valorar la gran labor que los peritos de seguros realizan en este sentido. Nos podéis hacer llegar vuestras experiencias a: info@apcas.es