Así lo han anunciado los presidentes de Mapfre y Mutua, Antonio Huertas e Ignacio Garralda. El mayor gasto en electricidad, de costes laborales o de materiales implica que los reparadores dejen de “aceptar” imposiciones como una baja mano de obra o determinado uso de materiales..
En un año marcado por la difícil relación entre taller y aseguradoras, parece que el colofón a este 2022 lo acaban de poner dos de las dos aseguradoras más fuertes del panorama español, al menos en el ramo de autos: Mapfre, involucrada de lleno en el conflicto debido a su barómetro de pintura, y Mutua Madrileña, con la mayor cuota en Madrid.
Por primera vez en una década, ambas han anunciado que barajan una subida de precios en las pólizas debido a la inflación, tras rechazar la propuesta que la Dirección General del Seguro, un órgano dependiente del ministerio de Economía que ejerce de regulador del sector les hizo. En ella, les pedía no repercutir en las pólizas las subidas de costes.
En declaraciones recogidas por Economía Digital, Antonio Huertas, presidente de Mapfre afirmaba en un reciente evento organizado por KPMG: “¿Por qué no vamos a poder subir el precio de las primas a los clientes, si mejoramos el servicio?. De antemano nos piden que no y creo que no es una gestión responsable. Las compañías ya estamos en perdidas técnicas en algunos ramos, como el del automóvil”.
Por su parte, el presidente de Mutua, Ignacio Garralda, asumía, durante el mismo encuentro, que van a tener que subir precios aunque cree que serán “los últimos en hacerlo”. Además, achacó esta futura subida a todas las presiones inflacionarias, que, según el directivo, “son muchas“. Sin embargo, destacaba que intentarán que esta subida de primas sea “mínima”.
De acuerdo a las palabras de Garralda, hay demasiados factores que abocan a este movimiento: “El crecimiento de los gastos y de los costes es casi volcánico. La subida del baremo para los daños personales va a subir conforme a las pensiones. El salario mínimo también, con lo cual, todos los talleres con los salarios mínimos va a subir bastante, el gasto en electricidad también de los talleres, la presión que tenemos por parte de los talleres que van a subir los precios es muy fuerte. La presión que tenemos por parte del tema salud, de los médicos, de los hospitales…”. Sin mencionarlo, era también la forma que tenía Garralda de quejarse por el hecho de que los talleres han dejado de “aceptar” muchas de las imposiciones de las aseguradoras, como el precio de la mano de obra o uso de materiales y recambios no adecuados.
El tiempo dirá si este es el comienzo de un efecto en cadena de todas las aseguradoras y cómo estas medidas repercutirán en los márgenes de los talleres de chapa y pintura.
Fuente: Infotaller