Compartida, autónoma, conectada, segura y sostenible. Así la concibió Daniel Espinosa, responsable de movilidad e innovación de Centro Zaragoza, en el seno de un nuevo webinar de Motormeetings by Motortec.
La tranformación que el sector del automóvil está viviendo en los últimos años, sustentada básicamente en la tecnología, se refleja en nuevos modelos de movilidad que obligan a los profesionales que trabajan con vehículos (talleres, concesionarios o peritos) a estar preparados.
En un nuevo webinar de Motormeetings by Motortec, celebrado este miércoles, Daniel Espinosa, responsable de movilidad e innovación de Centro Zaragoza, profundizó en esos nuevos modelos de movilidad que están por venir y de los que aseguró que “ya existen en la actualidad indicadores que nos dan pistas”.
El primer modelo es la movilidad compartida. Según Espinosa, es previsible que dentro de algunos años no tengamos vehículos en propiedad, sino que tendamos al uso compartido de los vehículos. La tendencia se basa en la forma de consumo característica de los ciudadanos del nuevo milenio, que “no desean tanto la posesión de las cosas como sí su uso”.
Al respecto señaló también que en la actualidad existen ya fabricantes de vehículos que “están generando negocio, de una manera inteligente”, con la creación de soluciones de este tipo de movilidad compartida.
NIVELES DE CONDUCCIÓN AUTÓNOMA
El segundo modelo viene definido por la conducción autónoma. Los vehículos autónomos ofrecerán una nueva forma de conducción que permitirá al conductor dedicarse a actividades diferentes a la conducción.
Espinosa apuntó que en este campo encontramos diferentes niveles de automatización del vehículo, desde la ausencia de automatización a una automatización completa, donde no se requiere que el conductor actúe sobre el vehículo. Recalcó que, según los últimos estudios sobre el tema, será en 2050 cuando la mitad del parque de vehículos será completamente autónomo.
Para que esta conducción sea posible, se requiere el desarrollo de sensores específicos, que supondrán “un gran desafío para los talleres”, en opinión de Daniel Espinosa. Al respecto dijo que “estos sensores y cámaras irán colocados tras la luna parabrisas, por lo que si el vehículo se accidenta, el taller deberá responsabilizarse de recalibrar la luna de forma que sigan funcionando todos los sistemas de seguridad del vehículo. Lo mismo ocurre con los radares que van tras el paragolpes. De ahí que los gastos de la reparación van a ser superiores”.
CONECTIVIDAD PARA REDUCIR SINIESTROS
La movilidad conectada es la tercera modalidad que se prevé a futuro en el sector de la automoción. Según expuso el portavoz de Centro Zaragoza, a día de hoy muchos vehículos nuevos incorporan sistemas de conectividad como la llamada de emergencia o la comunicación B2X, que redundan en una mayor seguridad y en una agilización en los procesos de asistencia en caso de siniestro.
Comentó, además, que desde Centro Zaragoza trabajan en soluciones para que la movilidad conectada no sufra ciberataques, uno de los grandes retos para el sector de la automoción en general.
Para el cuarto tipo de movilidad, la segura, como aproximación a las tecnologías que la facilitan y que también ayudan a evitar que se produzcan siniestros, destacó los sistemas ADAs de ayuda a la conducción, el frenado autónomo de emergencia o los sistemas de control de carretera que redirigen el vehículo en caso de salirse. Todos ellos ya presentes en los nuevos modelos de automóviles que se están comercializando.
Finalmente, los nuevos sistemas de propulsión no contaminantes definen la última de las movilidades que ya se están perfilando y cuya incidencia no hace más que aumentar: movilidad sostenible. En concreto, la electrificación supone, para Espinosa, otro reto importante para el taller. “Ante los riesgos que representa trabajar con los vehículos eléctricos, lo que hace falta es formación”, dijo. Y concluyó: “la movilidad, si no es segura y sostenible, deja de ser movilidad”.
Fuente: Posventa