Un estudio la consultora Thatcham Research destaca los problemas en este tipo de vehículos en Europa por el diferente modelo de posventa.

Los coches chinos están asaltando el mercado europeo. Su precio competitivo ha hecho que marcas como BYD o Omoda ofrezcan coches muy atractivos en términos de diseño, tecnología, rendimiento y eficiencia.

Sin embargo, muchos conductores han detectado un problema: dificultades para asegurarlos. Algunas compañías no están dispuestas a hacerlo y otras lo hacen con precios tremendamente caros; la explicación está en los problemas a la hora de pedir piezas y en la forma que tienen las marcas chinas de repararlos.

Así lo pone de manifiesto un estudio la consultora británica Thatcham Research tras elaborar un estudio en el que destaca el problema que estas marcas tienen a la hora de entender cómo funciona la posventa europea.

EL PROBLEMA DEL RECAMBIO

Desde la patronal de los talleres de carrocerías británicos explican las dificultades con estos vehículos: “Lamentablemente no se pueden conseguir recambios porque no están disponibles, algo que considero ridículo tratándose de un negocio millonario”.

Por su parte, un responsable de la marca GWM reconoce al medio británico Auto Express que la firma es consciente de que algunos de sus clientes han contactado con GWM porque tienen problemas a la hora de encontrar un seguro para su coche. También aclara que han tomado medidas para solucionarlo.

Otro responsable de una marca china, en este caso de BYD, también reconoce tener constancia de estos problemas y explica al medio Auto Express que, recientemente, han trasladado su nueva estrategia de repuestos y reparaciones en Reino Unido a las aseguradoras para encontrar una solución.

DIFERENTES FORMAS DE REPARAR

Más allá de los problemas relacionados con el suministro de piezas, Thatcham Research habla de la enorme diferencia que existe entre la forma que tienen de reparar los coches en China y Europa.

“Reparar un lateral completo de la carrocería de un coche es normal en China. Si tienes un impacto lateral, simplemente repararán todo el lado del golpe porque la mano de obra es muy barata”, destaca.

Las marcas chinas están acostumbradas a proceder de esa forma, “así que proporcionan información para hacer una reparación lateral de la carrocería en un taller del Reino Unido, pero aquí una reparación lateral de la carrocería como la que ellos quieren llevar a cabo terminaría desechando el coche, porque el coste de la mano de obra lo hace inviable”, añade Townsend.

Las aseguradoras son conscientes de que esto, por eso ponen más obstáculos a los coches chinos eléctricos, les cobran mucho más por asegurar su vehículo que si tuviesen uno equivalente que no viene de China.

Fuente: Infotaller