Afi ha editado una nota de seguros en la que constata que las principales aseguradoras españolas en 2021 a la luz de sus SFCR tuvieron una mayor solvencia pero una menor rentabilidad que en 2020.
Las aseguradoras españolas acaban de publicar por sexto año consecutivo el denominado Informe sobre la Situación Financiera y de Solvencia (SFCR, por sus siglas en inglés) contemplado en el Pilar III de Solvencia II referido al ejercicio 2021.
El estudio de Afi ha analizado 18 entidades relevantes (bajo un marco individual, no del grupo asegurador), representativas de todos los ramos, seleccionadas suponen en torno al 70% del sector (negocio doméstico) cuando se toma como referencia el tamaño de balance, las provisiones, el patrimonio neto contable o los resultados.
El conjunto de estas grandes entidades muestra en 2021 una caída significativa en los niveles de beneficio. Dicha reducción, que alcanza el 14%, hay que matizarla en cualquier caso por varios factores: (1) tiene como referencia el año 2020, el año de pandemia por excelencia, en el que la baja siniestralidad de ramos muy importantes como autos y salud, contribuyó muy favorablemente a los resultados del sector, (2) en 2020 también se produjeron algunos resultados extraordinarios positivos elevados no recurrentes en alguna de las entidades (operación BBVA-Allianz), y (3) en 2021, algunas entidades (Mutua Madrileña, SegurCaixa Adeslas) no han aflorado en sus cuentas dividendos de algunas filiales. Como resultado el beneficio neto del conjunto de las dieciocho entidades se reduce desde los casi 4.000 millones de euros de 2020 a poco más de 3.400 millones en 2021. Consecuentemente, también se reduce desde el 15% hasta el 12,8% su rentabilidad media medida por el ROE, rentabilidad que sigue siendo en cualquier caso muy confortable, homologable a la de años previos, y algo por encima de sus pares europeos.
A diferencia del resultado, el nivel de solvencia de este conjunto de entidades se refuerza en 2021, y aumenta nueve puntos hasta definir una ratio de solvencia (SCR) media del 256%, la más alta de los últimos años, y también por encima de los niveles medios europeos. La exclusión del efecto de las medidas transitorias (a las que no se acogen todas las entidades) permite tener un contraste homogéneo de la posición de solvencia de todas ellas y reduce dicha ratio media del sector al 242%, nivel que sigue siendo elocuente de la robustez del sector.
Se mantiene como característica la notable disparidad, tanto en términos de solvencia como de rentabilidad entre entidades, si bien, y sobre todo en términos de rentabilidad, en muchos casos debe tenerse en cuenta su pertenencia o no a grupos, su naturaleza jurídica, la existencia de impactos extraordinarios (no recurrentes) en el año, el propio perfil de riesgo (grado de aversión) elegido por la entidad, etc para interpretar adecuadamente dicha disparidad.
En cuanto a la estructura del balance, por el lado del activo domina abrumadoramente la renta fija, que representa el 82% de sus carteras de inversión, porcentaje que supera el 90% en el caso de vida. En el pasivo son las provisiones vinculadas al negocio de vida tradicional las que acaparan el 78% del total, siendo significativa su reducción relativa de cuatro puntos respecto al año anterior, a cambio, por el contrario del significativo aumento, un año más, y en esos cuatro puntos de cuota, hasta el 14%, de las provisiones destinadas a los productos de riesgo tomador (unit linked) que acapararon el crecimiento del conjunto del negocio de vida, en el contexto de extremadamente bajos tipos de interés que continuaba dominando el escenario en 2021.
En cuanto a los factores de riesgos determinantes de los requerimientos de capital, para el agregado de las entidades siguen pesando prácticamente lo mismo las exigencias de capital derivadas de los riesgos financieros, que las de los riesgos actuariales.
Fuente: Segurosnews