EIOPA ha propuesto actualizar la forma en que se contabilizan los riesgos de catástrofes naturales en las calibraciones de capital de la fórmula estándar de las aseguradoras. Esta recomendación surge tras un proceso de reevaluación realizado entre 2023 y 2024, que ha incorporado nuevos conocimientos científicos, datos climáticos recientes y modelos avanzados de evaluación de riesgos.
Como resultado, EIOPA propone ajustar los factores de riesgo estándar para fenómenos como inundaciones, granizo, terremotos y tormentas de viento en ciertas regiones, además de ampliar la lista de países considerados.
Teniendo en cuenta nuevos datos y modelos disponibles desde la última actualización de los factores de riesgo en 2018, EIOPA ha revisado los parámetros existentes y propone nuevos factores para 24 regiones en relación con riesgos naturales como inundaciones, tormentas de viento, granizo, terremotos y subsidencia del terreno.
Resumen de los nuevos factores
La reevaluación ha generado la actualización más amplia en materia de inundaciones, donde el impacto del cambio climático ha sido particularmente evidente en los últimos años. Se han recalibrado los factores de riesgo de inundaciones en tres países para reflejar mejor los riesgos que enfrentan las aseguradoras que operan en esas regiones. Además, siete países, entre ellos Irlanda, Luxemburgo y Noruega, han sido propuestos para su inclusión en la fórmula estándar de riesgo por inundación, tras determinarse que su exposición es significativa.
Asimismo, varias regiones, como Islandia y algunos territorios de ultramar de Francia, verán aumentados sus factores de riesgo para tormentas de viento. En cuanto al riesgo de granizo, se propone un incremento para Alemania, Bélgica y Luxemburgo. El riesgo de subsidencia del suelo se aumentará en Francia, mientras que Bélgica recibirá un factor de riesgo en la fórmula estándar para este fenómeno.
Además de estos cinco factores de riesgo considerados, EIOPA está supervisando atentamente otros peligros emergentes como incendios forestales, inundaciones costeras y sequías, que deberían incluirse en las calibraciones de la fórmula estándar.
Fuente: INESE