El 43,4% de los conductores fallecidos durante 2018, y sometidos a autopsia, habían consumido alcohol, drogas y psicofármacos, ya sea de forma aislada o combinada, según la memoria anual del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF), que ha presentado su director, Antonio Alonso.
Tal y como apunta el INTCF, no todos los accidentes de tráfico son analizados en el instituto. Los incluidos en este documento proceden de casos estudiados a petición de órganos judiciales. Sin embargo, suponen “una muestra suficientemente amplia y representativa” para reflejar la realidad nacional.
Alonso ha explicado que, de los 535 conductores, 232 dieron positivo en alguna de estas sustancias y, de ellos, el 94,4% son hombres y el 65,7% está en una franja de edad que abarca entre los 25 y los 54 años. Este sería el perfil mayoritario de estas víctimas. En cuanto al vehículo, el 56,1% viajaba en turismo y el 31,4% en motocicleta.
Sobre las sustancias registradas en los resultados toxicológicos, la memoria revela que el alcohol ha sido la más detectada en los conductores fallecidos (un 65,2%). Pero, además, el director del INTCF ha puesto el foco en que siete de cada diez positivos lo eran por una cantidad igual o superior a 1,20 gramos de alcohol por litro en sangre. Es decir, “una intoxicación severa”.