Las compañías del sector industrial y con mayor dimensión son las más proclives a preparar la incorporación de la siguiente generación
En España, las pymes conforman el 99,8% del tejido empresarial español. Además y, según el Instituto de la Empresa Familiar, el 89% de estas empresas son propiedad, total o parcialmente, de un grupo familiar, por lo que la sucesión o el relevo generacional resulta uno de los principales desafíos para la gran mayoría de organizaciones de nuestro país. Sin embargo, tan solo el 11% del total de pymes y autónomos tiene establecido un plan de sucesión, según se desprende de los datos de 2023 del “Informe de Pymes y Autónomos”, elaborado por Hiscox.
Los datos varían según el tamaño de las compañías. Así, en el caso de empresas de entre10 y 249 empleados, el 37,5% tiene prevista un estrategia para incorporar a la siguiente generación. Si, por el contrario, este porcentaje desciende hasta el 12,4% en el caso de las empresas de menor dimensión (micropymes), aquellas que cuentan con menos de una decena de trabajadores y que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) representan el 94% del total de las empresas españolas.
El informe también revela que el 29,3% de las pymes con más de 2 millones de euros de facturación disponían en 2023 de este plan de sucesión, 5,8 puntos porcentuales menos que en el año anterior, cuando ascendían al 35,1%. En relación a aquellas que facturaron menos de 2 millones de euros, la proporción se situaba en el 13%, un punto porcentual menor que en 2022.
Con respecto a los sectores, son las pymes dedicadas a la industria las que más piensan en el futuro de la compañía. El 19,3% de las mismas tenía este plan de sucesión el año pasado, lo que supone un incremento de casis seis puntos porcentuales en relación al año anterior. En contraste, fueron las pequeñas y medianas empresas del sector del comercio las que sufrieron un mayor descenso en lo que a esta previsión se refiere, tras retroceder 1,5 puntos, pasando del 11,4% de 2022 al 9,9% de 2023.
“Tener un plan de sucesión en una empresa con carácter familiar es imperativo a la hora de garantizar su continuidad en el tiempo, ya que su falta implica carecer de las herramientas necesarias para ello. Sin embargo, como hemos visto, son muy pocas las que cuentan con uno y, por ende, su capacidad de competir en el mercado se ve afectada. Por ello, en el complicado contexto actual es necesario recordar que, desde el liderazgo de la organización, debe fomentarse en primer lugar la concienciación sobre la importancia perpetuar el legado como base para que perdure en el tiempo” afirma Miguel Ángel Aguilar, director de Distribución y Ventas de Hiscox España.
Fuente: La Razón