La pandemia ha supuesto cambios repentinos, también, para el transporte de carga, que afectan a navieras y empresas de transporte de todo el mundo con el potencial de agravar el panorama de riesgos, en especial para las mercancías de gran valor y aquellas sensibles a los cambios de temperatura, según Allianz Global Corporate & Specialty (AGCS). En un nuevo boletín de riesgos apunta a las medidas que deberían adoptar los propietarios de cargas en sus planes de contingencia.
Aunque en la mayoría de los casos las directivas iniciales aprobadas por los gobiernos han incluido el transporte de carga entre las actividades esenciales permitidas durante el periodo de cuarentena, desde la aseguradora recuerdan que un gran número de empresas está cerrando, una información que “no siempre llega a los proveedores de transporte para mercancías en tránsito hasta después de llegar al destino previsto. Este hecho puede dar lugar a almacenamiento no previsto de la carga en zonas de alto riesgo que carecen de controles de seguridad ni medidas de protección adecuados y a un mayor nivel de existencias en ubicaciones estáticas. También puede ocasionar daños a las mercancías perecederas o sensibles a cambios de temperatura”, apuntan desde AGCS.
“El cierre y la ausencia de personal en las instalaciones no solo representa para la carga un mayor riesgo de robo e incendio, sino también el riesgo de que las mercancías resulten dañadas por el mayor tiempo de almacenamiento. La perturbación del tránsito de carga por el cierre de fronteras, la demora en los despachos de aduanas o, simplemente, por la falta de personal puede degenerar en mayores retrasos en los plazos de entrega o, incluso, en el abandono de cargas”, argumenta el capitán Rahul Khanna, director global de Consultoría de Riesgo Marítimo en la entidad.
Mitigar riesgos en las zonas de almacenamiento
La acumulación de cargas desatendidas en los almacenes conlleva el riesgo añadido de robo y la amenaza de delincuencia organizada. Por eso, AGCS recomienda reforzar la seguridad de los almacenes y comprobar el funcionamiento de las alarmas. Asimismo, debería considerarse la posibilidad de evitar estancias prolongadas de camiones cargados en el exterior de los almacenes, ya que esto incrementa el riesgo de robo y daño de la carga. Dado que la pandemia de coronavirus puede causar una interrupción prolongada de las cadenas de suministro, los tiempos de rotación de existencias aumentarán y la capacidad de los espacios de almacenamiento se verá limitada. Por consiguiente, las empresas deberían también pensar en identificar capacidad alternativa de almacenamiento para el caso de que los espacios ocupados no puedan seguir admitiendo carga de forma segura.
Mitigar riesgos para carga en tránsito
Por otro lado, las empresas deberían obtener, antes de iniciar la expedición, confirmación de que el destino final esté en condiciones de recibir la mercancía. Si fuera necesario, deberían prepararse para la posibilidad de que la carga no sea recibida en el destino, ya que un creciente número de empresas están cerrando sin preaviso como medida preventiva. Asimismo, las empresas deberían esforzarse en identificar el volumen de carga en tránsito y obtener actualizaciones de la situación de los transportistas. Cuando el destino previsto no pueda recibir un envío, debería comprobarse la posibilidad de buscar destinos alternativos.
Las empresas deberían, igualmente, considerar la posibilidad emplear camiones con GPS e incluir en el embalaje de la carga dispositivos de seguimiento para aumentar la visibilidad de los envíos en caso de desvío o retraso de la expedición.