El desempeño del mercado asegurador español en 2019 siguió ralentizándose. Se separa, además, de la tendencia expansiva iniciada en 2014 y que alcanzó su máximo reciente en 2016.
Este comportamiento. según desvela el informe ‘El mercado español de seguros en 2019’, de MAPFRE Economics. se hace patente en el hecho de que los índices de penetración, densidad y profundización continúan registrando caídas respecto al año previo. Se ubican por debajo del promedio que dichos indicadores tienen en las 15 principales economías de la Unión Europea.
Según explicó ayer en la presentación del informe Manuel Aguilera, director general del centro de estudios de la aseguradora, en la última década el seguro español apenas ha evolucionado para recortar el gap respecto a la media de los países UE-15. “Las cifras del informe nos dice que el seguro español, en su desarrollo de No Vida es un mercado altamente desarrollado. En Vida, sin embargo, es un sector relativamente subdesarrollado”, comentó.
Parte este insuficiente desarrollo de Vida viene dado por la ralentización de la economía y por el efecto de los bajos de tipos de interés, pero es cierto, matizó, que son factores que influyen en otros países. “Hay una tercera variable que tiene que ver con las políticas públicas para canalizar hacia el seguro el ahorro a medio y largo plazo”, enfatizó. Para ello, hay que reconocer las “virtudes” del ahorro a medio y plazo, aplicar estímulos fiscales y mantenerlos en el tiempo.
Salud muestra su carácter anticíclico
Aguilera incidió en la “pérdida de dinamismo” de los seguros de Vida, y particular los de Ahorro. Eso hace que penetración del seguro español (primas/ PIB), se ubicó en el 5,15% al final de 2019 (5,33% en 2018).
De la misma manera, la densidad de los seguros en España (primas per cápita) alcanzó en 2019 los 1.352,6 euros (1.370 en 2018), En la explicación del retroceso sufrido respecto al año previo, se combina un descenso motivado por la caída en el segmento de los seguros de Vida, con 580,3 euros per cápita (616,8 en 2018), y un aumento para los seguros de No Vida, que se situó en 772,3 euros per cápita (753,4 en 2018).
Finalmente, el índice de profundización (participación de las primas directas de los seguros de Vida) se situó en el 42,9% en 2019, 2,1 puntos porcentuales menos que el dato registrado el año previo. “Se trata del tercer descenso consecutivo del indicador”, apuntó el directivo.
Ricardo González, director de Análisis, Estudios Sectoriales y Regulación del centro, reiteró que, en los tres últimos, el seguro de Vida ha venido detrayendo puntos de crecimiento al sector en general. Por el contrario, Salud sigue ganando cuota en No Vida, demostrando su carácter anticíclico. A futuro, ante el escenario que se dibuja tras el Covid-19, su desarrollo podría ir a más.
Empeoran los resultados
González apuntó, por otro lado, que en 2019 continuó la tendencia descendente en la rentabilidad del sector, con un retorno sobre fondos propios (ROE) del 10,9% (11,4% en 2018). Asimismo, la rentabilidad, medida como la relación entre los resultados del ejercicio y los activos totales (ROA), muestra también un ligero descenso. Concretamente, fue de un 1,4% en 2019 frente al 1,5% de 2018.
Eso sí, exclusivamente en No Vida, la eficiencia técnica se refleja en una nueva reducción del ratio combinado, situándose en el 92,9% (93,7% en 2018).
Además, el informe muestra que el volumen total de las inversiones de las entidades aseguradoras españolas alcanzó los 319.750 millones de euros al cierre de 2019, lo que supone un incremento del 6,4% respecto a 2018. En general, apuntó González, son inversiones seguras.
De hecho, a la rentabilidad de las carteras subió el pasado hasta el 4,2%, 1,4 puntos por encima al observado un año antes. Se debe a que el comportamiento de los bonos es contrario a las bajadas de tipos de interés. Estas rentabilidades, según refleja el informe “habla de una destacable gestión de inversiones por parte del sector asegurador español, en un contexto de reducción de las rentabilidades libres de riesgo”.