El parón económico a raíz del Covid-19 tendrá severas consecuencias en España, uno de los países más afectados por la enfermedad. El Fondo Monetario Internacional (FMI) cifra en un 8% la caída que experimentará el PIB este año, cuando en su anterior estimación esperaba un crecimiento del 1,6%. No es posible encontrar un dato semejante, al menos en la serie histórica, que arranca en 1970.
Las malas noticias no acaban ahí: la tasa de paro repuntará hasta el 20,8% (desde el 14,1%), un nivel que no se veía desde la fase más dura de la última crisis económica. La única previsión positiva es la que se refiere al año que viene cuando el organismo internacional espera un fuerte repunte con un crecimiento estimado para la economía española del 4,3%
“Es muy probable que la economía global experimente su peor recesión desde la Gran Depresión [de los años 30], sobrepasando la vista durante la crisis financiera global de hace una década. Se prevé que la Gran Reclusión, como se podría llamar, disminuirá el crecimiento global de forma dramática”, reconoce la economista jefa de la institución, Gita Gopinath. Una vez que el confinamiento se revierta, queda por ver cuánto durará sus efectos en la demanda interna, en primer lugar.
La contracción de España será la segunda mayor entre las mayores economías europeas, solo por detrás de la de Italia (9,1%). Le seguirán Francia y Alemania con descensos del 7,2% y del 7%, respectivamente, aunque la peor parte se la llevará Grecia con una contracción del 10%. De forma conjunta, el PIB de la zona euro caerá un 7,5% y repuntará un 4,7% en 2021.
En cuanto a los precios, el FMI pronostica una deflación del 0,3% en 2020 que se verá compensada en 2021 con una tasa positiva del 0,7%.