Informe de Fundación Línea Directa y Centro Zaragoza

El confinamiento obligado por el Covid-19 ha tenido consecuencias positivas en la siniestralidad en carretera. Según datos de la DGT, entre el 15 de marzo y el 7 de mayo de este año la movilidad se ha reducido en torno a un 70% y los fallecidos al volante han descendido un 69%.

Fundación Línea Directa, en colaboración con Centro Zaragoza, estima que este año los muertos en las carreteras secundarias en España volverán a suponer un 75% de los fallecidos de las vías interurbanas. Es un dato similar al conjunto de la década, pero el número de fallecidos en el conjunto del año se verá reducido en un 27%, con un total de casi 600 muertos frente a los 800 del año anterior en este tipo de carreteras.

No obstante, la recuperación de la movilidad traerá también un aumento de los accidentes de tráfico en los próximos meses, especialmente en las carreteras convencionales, no solo por la vuelta a la normalidad, sino porque habrá más viajes por turismo dentro de España que en años anteriores por las dificultades y restricciones para salir al extranjero, “con un probable repunte en el uso del coche privado, cuyo parque móvil está muy envejecido”, se destaca.

Accidentes muy violentos

Los accidentes en las carreteras convencionales “son de una violencia extrema”, advierten desde la Fundación Línea Directa. La salida de vía, sobre todo en las rectas, es el accidente más repetido (35%), y generan una alta mortalidad, con un 37% de los muertos. Por frecuencia, le siguen los siniestros por colisión frontal y frontolateral (23,5%), que producen un 28% de los fallecidos. En el caso de la colisión frontal tiene una tasa de letalidad 2 veces superior a las salidas de vía. Entre los factores concurrentes se encuentran las distracciones, la velocidad inadecuada, el cansancio y el consumo de alcohol y/o drogas.

La presencia o no de arcén en este tipo de vías tiene también una importante incidencia: un 78% de fallecidos en carreteras convencionales se produjo en vías sin arcén o con dimensiones inferiores a 1,5 metros.

En cuanto al momento del accidente, los meses de junio a septiembre son los que mayor siniestralidad registran: un 40% de las muertes en estas vías tiene lugar en verano. No es de extrañar, por tanto, que el nexo común de los puntos negros más peligrosos de las carreteras convencionales sea su cercanía a la costa.

Alicante, Valencia, Granada, Vizcaya y Pontevedra son las provincias con las carreteras convencionales más peligrosas de todo el país. Además, ocho de cada 10 españoles reconocen haber cometido alguna conducta ilegal en carreteras convencionales, siendo el exceso de velocidad (72%) la más común.

Fuente: “Noticias” de la web de INESE de 26 de mayo de 2020