En 2020 se produjo un cambio radical en la complejidad de los ataques cibernéticos provocando unos daños económicos enormes. Según el Informe Hiscox Cyber Readiness 2020, el coste medio de un ciberataque se multiplicó por 6 en un año y tan solo el 26% de las empresas cuenta con una póliza Ciber independiente.
Muchas compañías confían estos riesgos a seguros genéricos como el de RC que no ofrecen las coberturas adecuadas poniendo en riesgo a las aseguradoras. Esta es una de las conclusiones del Informe de S&P Global Ratings sobre los ciberataques y las aseguradoras.
Según el estudio esta situación provoca lo que llaman “riesgo cibernético silencioso”, es decir un riesgo para las aseguradoras frente a reclamaciones relacionadas con un riesgo que sus pólizas no estaban destinadas a cubrir. Incluso cuando la inclusión de cobertura cibernética es explícita en la póliza, una falta de transparencia tanto en la definición de la política de eventos cibernéticos como sus términos y condiciones crean incertidumbre sobre el alcance de la cobertura. Además, llegan a provocar daño en la reputación de las aseguradoras al verse obligadas a rechazar reclamaciones.
En opinión de S&P Global Ratings, el desarrollo de productos de ciberseguro independientes reduciría el problema.
Aún mejor sería el desarrollo de una línea de negocio cibernética independiente gestionada a través de un centro cibernético de excelencia. Esto tendría muchas ventajas para las aseguradoras. La principal de ellas es la prevención de la acumulación de siniestros cibernéticos en muchas líneas de negocio diferentes, así como las dificultades en el manejo de tales reclamaciones.
Si bien las aseguradoras están avanzando en el desarrollo de pólizas de seguro cibernético específicas con términos y condiciones, y están comenzando a construir líneas de negocios cibernéticas independientes que pueden manejar los desafíos asociados con la suscripción de este tipo de cobertura, todavía queda mucho por hacer.
Fuente: Aseguranza