Los efectos de las crisis económicas sobre el sector asegurador no dejan lugar a dudas en el pasado y, en la coyuntura actual, debería ocurrir igual. Las previsiones de MAPFRE Economics anticipan caídas “abruptas” en el volumen de primas del negocio de seguros.
El informe presentado ayer muestra como las crisis de 2007-2009 y 2011-2012 llevaron consigo caídas puntuales en el PIB y motivaron un retroceso en las primas del sector asegurador. Concretamente, el PIB experimentó caídas del 3,8% y el 3% en 2009 y 2012, respectivamente, lo que motivó un retroceso en primas del 8,8% y del 7,4% en los años 2010 y 2012, respectivamente.
En particular se vio afectado el negocio de Vida, pero también a los seguros de Autos, Multirriesgos Industriales, Responsabilidad Civil, Transportes (Cascos y Mercancías) y el seguro de Crédito. “Los seguros de Salud fueron los que mostraron una mayor resiliencia, en tanto que los de hogar y comunidades mostraron resistencia en los peores momentos de la crisis y solo se ralentizaron”, matizan los responsables del Servicio de Estudios de la aseguradora.
Recuperación a la par que el PIB
Los datos correspondientes a los cinco primeros meses de 2020 (que incluyen los peores momentos del confinamiento) vienen a reproducir este comportamiento, siendo Autos el que está experimentando mayores retrocesos, superiores al 3%, frente a los cinco primeros meses de 2019. “El shock sobre el seguro será proporcional al PIB. Las primas se contraerán al menos tanto como lo haga la actividad real, sino más”, indican-
Con el foco en el futuro, se destaca que la adopción de políticas monetarias acomodaticias potenciaría los efectos negativos en el negocio de Vida. Por su parte, las medidas de expansión cuantitativa adoptadas por los bancos centrales y los paquetes fiscales de apoyo a la economía pueden estimular la vuelta a una cierta normalidad del sector asegurador, “si la evolución de la pandemia lo permite”. Al llegar la recuperación económica, las primas de seguros suelen experimentar crecimientos por encima del PIB.
Evitar problemas de solvencia
El análisis a nivel macroeconómico deja claro que esta es una crisis sin precedentes. “El escenario no es bueno, pero no irremediable”, sostienen desde el centro de estudios. “Se requieren medidas a la altura” y la acción monetaria y fiscal se justifica “plenamente”, destacan.
Las medidas de confinamiento para contener los efectos de la pandemia están provocando una recesión de la economía española, cuyo PIB podría sufrir un retroceso para el conjunto del año 2020 en una horquilla entre el -12,1% y el -13,1%, frente a un crecimiento en 2019 del 2% (2,4% en 2018).
Para la economía mundial, se estima un rango de caída de entre el 4,9% y el 5,7% y la recuperación dependerá de si hay rebrote o no. Para el conjunto de la eurozona, los economistas de MAPFRE Economics prevén una contracción de entre el 10% y el 11,1% este año. No creen que la demanda y la oferta vuelvan a la trayectoria anterior a la pandemia, es decir, de 2019, hasta 2022.
“Todos los países de la UE terminarán con déficits y deudas más elevadas, y también más endeudado el sector privado, por lo que será necesaria una cuidadosa gestión para evitar problemas de solvencia de los países y en el sector financiero”, advierten. “Las economías no se pueden permitir nuevos cierres totales”, añaden.
El informe prevé unos años 2020 y 2021 de contracción de la actividad y de fuertes restricciones financieras, moduladas por la posibilidad de un rebrote. “Es clave evitar que el shock de liquidez se convierta en un problema de solvencia, puesto esto haría que la recesión se convirtiese en depresión”, se concluye.
Acceso al informe ‘Panorama económico y sectorial 2020: perspectivas hacia el tercer trimestre’
Fuente: “Noticias” de INESE a 17 de julio de 2020