La EIOPA ha identificado la aceleración de la digitalización como la mayor tendencia entre los consumidores tras la Covid-19. Así lo ponen de relieve dentro de su ‘Informe de Tendencias del Consumidor’, publicado ayer.
Esto, asevera el informe, trae consigo oportunidades pero también algunas preocupaciones para los consumidores. Entre las Top de la lista: Los fraudes y posibles nuevas formas de exclusión del acceso a los productos financieros.
En medio de las conmociones causadas por la pandemia mundial, las aseguradoras, los intermediarios y los fondos de pensiones han seguido sirviendo a los consumidores de manera eficiente, mostrando una gran resistencia operativa, subraya el informe.
Sin embargo, surgieron una serie de nuevos retos relacionados con el aumento de los riesgos de catástrofes naturales.
Cuestiones clave en las tendencias de los consumidores:
- Las preocupaciones existentes en torno a los productos vinculados a unidades de cuenta persisten debido a la complejidad del producto da lugar a una falta de claridad en torno a los costes y beneficios.
- Es fundamental situar los resultados de los consumidores en el centro de los procesos de diseño, distribución y supervisión de los productos para abordar los problemas de rentabilidad y las posibles ventas indebidas, así como para mejorar en general la salud financiera de los consumidores.
- Se ha observado un número cada vez mayor de productos comercializados como «sostenibles», lo que suscita preocupación por el potencial del llamado «lavado verde», pero también muestra un sector que avanza para satisfacer las preferencias de los consumidores en materia de ASG, contribuyendo así a una recuperación más sostenible.
- Aunque la innovación digital ha mejorado la eficiencia y la facilidad de uso de la tramitación de los siniestros, sobre todo en el caso de los de escaso valor y gran volumen, los problemas persisten en algunos mercados.
- Los riesgos emergentes han suscitado nuevas preocupaciones en torno a las exclusiones y al posible aumento de las lagunas de protección. La falta de claridad en los términos/condiciones y la escasa comprensión de las exclusiones por parte de los consumidores pueden ser perjudiciales. Además, el crecimiento observado de los riesgos no asegurables amplía las brechas de protección.
- Por último, el mayor uso de prácticas de optimización de precios, basadas en técnicas mejoradas de inteligencia artificial y en la disponibilidad de más datos sobre los consumidores, puede dar lugar a un trato injusto y a una posible exclusión financiera, y aumentar el riesgo de discriminación indirecta.
Como se pone de relieve en el informe: «El impacto en los consumidores puede ser tanto positivo como negativo. Algunos desafíos están relacionados con el uso ético de la tecnología, la resiliencia cibernética y de TI. También les preocupa el fraude y las estafas dirigidas a los consumidores y las empresas. A lo que se suma las posibles exclusiones de los menos conocedores del mundo digital pueden afectar negativamente a los consumidores», remarcan desde EIOPA.
Fuente: Füture