La previsión para este año y el próximo es un entorno económico similar a la estanflación, con una mayor inflación y un menor crecimiento del PIB. Para el sector asegurador se espera que la inflación de los siniestros afecte a la rentabilidad de las aseguradoras de No Vida en 2022, lo que llevará a un mayor endurecimiento del mercado en 2023.
Lo recoge un nuevo estudio sigma de Swiss Re Institute, que apunta como factores clave de ese escenario similar a la estanflación las perturbaciones de la oferta derivadas de la guerra de Ucrania, en medio de una elevada inflación impulsada por los estímulos políticos y la reapertura tras el Covid-19.
El impacto se notará en los seguros No Vida, que están sujetos a impactos inflacionarios. Influirán el aumento de los precios de la construcción y el de los precios de piezas de los automóviles y los aumentos salariales, mientras para los ramos de daños “se ven menos afectados por la inflación general”.
En Vida y Salud, “el impacto es principalmente positivo, ya que se benefician de la subida de los tipos de interés en los ingresos de las inversiones. Sin embargo, la disminución de la renta disponible y la ralentización de la economía pueden aumentar las tasas de caducidad y frenar la demanda de productos de seguros de Vida”, señala el informe.
Para Swiss Re Institute, las aseguradoras pueden mitigar los riesgos a la baja de la situación económica “mediante una sólida gestión del capital y del riesgo, la revalorización de los riesgos de seguro para tener en cuenta el aumento de los costes de los siniestros, las operaciones de reaseguro, la reasignación de activos en las carteras de inversión y la cobertura contra la inflación”.
Fuente: Aseguranza