A pesar del confinamiento y de las restricciones a la movilidad, la proporción de partes falsos en el seguro de Autos aumentó un 21% en 2020, lo que eleva al máximo de toda la serie histórica el número de fraudes. Al cierre de ese ejercicio, prácticamente 7 de cada 100 partes eran falsos, según el ‘VI Barómetro del Fraude en el Seguro de Autos y de Hogar’, realizado con datos de Línea Directa sobre su cartera y presentado ayer.
En el otro lado de la balanza, los intentos de fraude han sido de menor importe: el coste medio por caso en el ramo de Autos fue de 1.130 euros, un 13% menos.
Fraude carrusel y dificultades económicas
Esta cifra se incrementa en casi siete veces (rozando los 8.000 euros de media) cuando los fraudes los cometen bandas organizadas, pues en buena media en estos casos se incorporan daños corporales. Mar Garre, directora de Personas, Comunicación y Sostenibilidad de la entidad, llama la atención sobre los que denomina ‘fraude carrusel’, «en los que las bandas explotan su operativa en varias aseguradoras de manera sucesiva».
En todo caso, el defraudador tipo es el de un hombre joven, de entre 18 y 24 años, aunque se ve un nuevo perfil: hombres en torno a los 40 años, profesionales cualificados en dificultades económicas agravadas por la pandemia. En esta misma línea, se ve que en los periodos previos a las vacaciones se acumulan más intentos de fraude.
Esta tendencia del ramo de Autos en 2020 también se ha dado en Hogar: se ha incrementado de forma muy moderada el fraude, representando los casos de este tipo el 2,7% del total de partes gestionados por la compañía, pero el coste medio reclamado (687 euros) es un 12% inferior que un año antes.
¿Justificamos el fraude?
El informe de la entidad se completa con una encuesta que revela que, en general, la mayoría de los españoles desaprueba el fraude al seguro (63%), aunque hay un sorprendente 37% que lo justifica en algunos casos. Además, siete millones de asegurados (el 26%) afirman que cometerían fraude si supiesen que no iban a ser descubiertos.
Más de 3 millones de conductores españoles reconocen haber dado conscientemente información falsa al seguro. ¿Los motivos que alegan para mentir? La situación económica, la cultura del engaño que hay en España, que lo hace menos censurable, y los precios de los seguros.
Fuente: INESE