En el primer semestre de 2022, las catástrofes naturales causaron pérdidas globales de 65.000 millones de dólares, de los cuales algo más del 50% estaban aseguradas, según datos de Munich Re.
Con todo, en el primer semestre de 2022 se registraron menos pérdidas por catástrofes naturales que en el periodo comparativo de 2021. Las inundaciones, los terremotos y las tormentas causaron pérdidas globales de unos 65.000 millones de dólares, frente a los 105.000 millones de dólares del año anterior, de gran siniestralidad. Las pérdidas aseguradas, de unos 34.000 millones de dólares, se mantuvieron más o menos en la línea de los años anteriores.
Para Torsten Jeworrek, miembro del consejo de administración de Munich Re, “el panorama de las catástrofes naturales en el primer semestre de 2022 está dominado por las relacionadas con el clima. Los tornados extremos en EE.UU. causaron daños por valor de miles de millones, partes de la costa oriental de Australia quedaron sumergidas por las inundaciones, y el sur de Europa luchó contra el calor extremo, los incendios forestales y la sequía. El informe del IPCC, recientemente publicado, advertía de la necesidad de que las aseguradoras adapten sus modelos de pérdidas para evaluar adecuadamente el riesgo cambiante. La prevención de los siniestros es un componente fundamental para mitigar los efectos económicos del cambio climático. Por lo tanto, es extremadamente preocupante que la penetración de los seguros en los países en desarrollo y emergentes esté estancada muy por debajo del 10%, y que incluso en los países industriales haya mucho margen de mejora.”
Las mayores pérdidas para el sector asegurador (3.700 millones de dólares) se produjeron en Australia debido a las intensas lluvias, aunque vuelve a ser EEUU el país con mayores pérdidas relacionadas con el clima que acumula casi la mitad de las pérdidas globales en los primeros seis meses de 2022 y casi dos tercios de las pérdidas aseguradas, con una cifra de 19.000 millones de dólares.
En Japón, un potente terremoto de magnitud 7,3 ocurrido en marzo de 2022 produjo unas pérdidas totales ascendieron a 8.800 millones de dólares, y las pérdidas aseguradas a 2.800 millones.
En total, la región de Asia-Pacífico representó 22.000 millones de dólares del total de pérdidas por catástrofes naturales en el primer semestre del año, una cifra superior a la habitual. Las pérdidas aseguradas ascendieron a 8.000 millones de dólares.
Olas de calor en Europa
En Europa, el calor extremo y las condiciones de aridez este verano están provocando escasez de agua e incendios forestales, especialmente en Italia, España y Portugal. Según señala Ernst Rauch, científico jefe de climatología de Munich Re, y director de la Unidad de Soluciones Climáticas, “lo que antes eran días cálidos serán días calurosos, lo que antes eran días calurosos serán días extremadamente calurosos. Las sequías y los incendios forestales son una consecuencia directa de esto”.
Europa también se vio muy afectada por tormentas que dejaron como resultado unas pérdidas globales de 5.200 millones de dólares.
“Las catástrofes relacionadas con el clima, como las olas de calor, las lluvias torrenciales o las sequías, en una Tierra más cálida, aumentarán tanto en frecuencia como en intensidad. Las olas de calor tenderán a durar más tiempo y traerán consigo temperaturas más extremas. Esto variará de una región a otra: en Europa será el sur el más afectado“, concluye Rauch.
Fuente: Aseguranza