Los médicos que trabajan en la sanidad privada están en pie de guerra contra las aseguradoras de Salud y confían en que el diálogo dé resultados, si no, amenazan con acciones. Las compañías estarían dispuestas a hablar, pero no sobre los honorarios de los médicos.
Cierres de consultas y de centros médicos será la consecuencia si las aseguradoras de Salud no incrementan los honorarios. No es un tema nuevo, pero la situación se ha ido estirando a lo largo del tiempo y los médicos denuncian que las condiciones económicas les ahogan y no les permiten continuar, con el consecuente deterioro de la atención a los pacientes.
Para poner en contexto, lo que está ocurriendo no es nuevo sino de hace varias décadas, “llevamos muchos años sin adecuar esos honorarios que pactamos hace más de 20 años“, mientras las compañías “sí han ido subiendo las primas de sus asegurados. Ha llegado el momento de sentarse hablar, primero, de esos honorarios que hay que ponerlos al día y después de todo lo demás”, afirma Alfonso Carmona, presidente del Colegio de Médicos de Sevilla.
La situación no es nueva y ha derivado en un cóctel de escasez de médicos, las mejoras en la sanidad pública (con pleno empleo) y las “condiciones tan indignas”, por lo que los profesionales dejan la parte privada mientras “los que quedan por fin han dicho basta ya”. Ese es precisamente otro de los problemas: la falta de unión de los médicos para “reivindicar lo que sería justo”. A ello se une que las aseguradoras estarían dispuestas a hablar, pero no sobre el tema económico: “Habrase visto mayor desfachatez. Hablaremos de todo lo que haya que hablar que no es poco, pero lo primero del tema económico, ya está bien de poner vallas al campo”, critica el presidente de los médicos sevillanos.
Menor calidad y desastre para los pacientes
Antes las consecuencias que la situación tendrá por ejemplo para las consultas privadas, Alfonso Carmona advierte de que “evidentemente la merma de la calidad se va a resentir. Primero por la gran demanda que se está produciendo por los baremos low cost, segundo porque las consultas y la tecnología será muy difícil que se puedan poner al día con estos pagos (ya que esta corre a costa del profesional). El médico que tiene que formarse continuamente, no puede dejar de trabajar para ir a congresos. Las listas de espera están a nivel de la pública y los profesionales jóvenes no quieren vivir para trabajar, demandan otras cosas y están en su derecho y en lo cierto”.
Cuestionado sobre qué supondría para los pacientes y en general para la sanidad, asevera que sería “un verdadero desastre, porque la pública es imposible que sea capaz de absorber esta demanda. Somos un país no rico, y tenemos que aprovechar todos nuestros recursos, y uno de los mayores bienes de calidad que tenemos es nuestra sanidad (suma de la pública y la privada), que son complementarios y favorecen la mejor asistencia a nuestros pacientes”.
Medidas de fuerza
La última opción, a la que no desearían llegar los médicos, es la convocatoria de paros. Para el presidente del Colegio de Médicos de Sevilla, “la guerra nunca es buena para nadie. Lo normal es que del dialogo y las ideas salgan resultados viables para ambas partes. Pero para dialogar tienen que querer las dos partes, con libertad, con transparencia y con deseo real de buscar soluciones, pero eso hasta ahora no ha sido posible. O ponen condiciones inviables, o intentan enfriar las cosas para que nos olvidemos. Pues no nos vamos a olvidar de nada, y si no son capaces de hacer ese examen de conciencia con nosotros, ha llegado el momento de poner nuestras razones en lo alto de la mesa, y realizar las medidas de fuerza que tengamos que tomar“. Eso sí, considera que además de cargarse de razones, debe “confluir en una base amplia y sólida, que nos permita luchar contra este cartel potente que son las compañías. Uniendo todos los actores posibles: asociaciones, ATA, sindicatos, colegios, juristas, y por supuesto el Gobierno, ya que la Consejería es de Sanidad, que incluye a todos los sanitarios”. Dejando claro en todo caso que tienen que unirse todos los médicos bajo el mismo paraguas y la misma reivindicación.
Alfonso Carmona no acota el problema a Andalucía sino a todas las comunidades autónomos. “Por ello estamos trabajando, creo que muy bien, con un paraguas común, la OMC (Organización Médica Colegial), que es la que debe defender a sus médicos en todas sus facetas, y eso es lo que estamos haciendo”.
Fuente: Aseguranza