Numerosas obras contemplan la posibilidad de verse obligadas a parar de forma temporal debido a la paralización de actividades provocada por la pandemia de coronavirus. En un nuevo boletín de riesgos, los expertos en consultoría de riesgos de Allianz Global Corporate & Specialty (AGCS) ofrecen un compendio de medidas relevantes para la prevención de siniestros ante este escenario.
En los proyectos de construcción, la paralización de las obras puede producirse por muy diversas causas como, por ejemplo, situaciones concursales, insolvencia del cliente (impago al contratista), decisión de las autoridades públicas, enfermedades infeccionas —como la actual pandemia de coronavirus— o catástrofes naturales. No obstante, mientras las obras permanecen paralizadas o en gran parte desocupadas persiste, e incluso puede incrementarse, la probabilidad de siniestros provocados por incendios, vandalismo, robo o inundaciones. Para minimizar las pérdidas en los proyectos, es fundamental tomar medidas para su protección.
En el boletín de riesgos dirigido a obras que se vean forzadas a paralizarse, los consultores de riesgos de AGCS señalan diversas medidas para la prevención de siniestros.
- Mantener la seguridad de las obras: antes de dejar la obra debe garantizarse que el proyecto esté tan protegido como sea posible. Cuando no pueda disponerse de personal permanente de seguridad, debe considerarse la instalación de sistemas de videovigilancia para detectar intrusiones, vandalismo, robos o incendios y alertar sobre los mismos.
- Almacenamiento seguro de materiales: debe considerarse el traslado temporal de materiales de construcción de valor a una zona protegida, siempre que sea posible. Protección de embalajes y materiales que puedan verse negativamente afectados por la meteorología (p. ej. vientos fuertes). Retirada, protección, aislamiento o neutralización de productos químicos para evitar vertidos o reacciones conjuntas en caso de perturbación. Garantizar, en su caso, la retirada de todos los gases y líquidos inflamables. Para mitigar el riesgo de incendio, cabe considerar, antes de abandonar la obra, la retirada de papeles y otros materiales combustibles (como madera, serrín, basura, etcétera).
- Mitigación de siniestros que afecten a equipos y maquinaria: es fundamental que equipos y maquinaria estén protegidos en caso de paralización de las obras. Debe considerarse retrasar las entregas de equipos a la obra en tanto no se reanude la actividad. Los equipos que, en su caso, ya estén presentes en la obra deben cubrirse, para una mayor protección, con lonas ignífugas u otra protección adecuada. A la hora de definir las prioridades de las medidas de prevención de siniestros debe atenderse, en primer lugar, a los equipos más críticos. Para valorar la criticidad, deben considerarse daños y retrasos potenciales (plazo de suministro de piezas de repuesto).
- Asegurar las obras parcialmente completadas / estructuras provisionales: siempre que sea posible, deben completarse partes de las obras para así reducir repeticiones y pérdidas una vez se reanude la actividad. Por ejemplo, debería completarse la colocación de losas para evitar juntas frías, terminar soleras para aislar el agua de las capas inferiores a los cimientos, completar las cubiertas de estructuras provisionales para evitar daños por lluvia y completar o proteger los armazones estructurales para evitar inestabilidades. Antes de abandonar las obras, cabe considerar la posibilidad de que un ingeniero de estructuras realice una inspección visual de las obras y evalúe el posible plazo de paralización.
- Mitigación del riesgo de peligros naturales: la paralización puede dejar el proyecto expuesto a fenómenos estacionales que no habían sido previstos como, por ejemplo, nieve, vientos huracanados, heladas, etcétera. Deberían considerarse tanto las consecuencias que estos fenómenos pueden tener sobre las obras por finalizar como una inspección completa de las mismas para prevenir el riesgo de entrada de agua. Zanjas y excavaciones también presentan riesgos. Debería considerarse ajustar los taludes de excavación para evitar desprendimientos/derrumbes provocados por lluvias torrenciales, mientras que deberían protegerse las excavaciones profundas para evitar infiltraciones de agua que pudieran derivar en inestabilidad geotécnica. Cuando sea necesario, debería considerarse el rellenado de zanjas para evitar el riesgo de derrumbes con daños para el cableado y las tuberías ya tendidos.
- Mitigación de posibles siniestros durante la reanudación del proyecto: deberían considerarse las pruebas e inspecciones que puedan ser necesarias antes de reanudar la actividad. Cuando se reanude el proyecto, hay que inspeccionar los sistemas MEP (sistemas de suministro eléctrico, de agua y de gas) antes de proceder a dar suministro o presión. Los ingenieros de todas las disciplinas (de estructuras, mecánicos, eléctricos, geotécnicos, etcétera) deberían inspeccionar sus respectivos trabajos antes de reanudar la construcción para así confirmar la integridad del proyecto.