Por Isidre Martínez Ivars, socio director de Global Actuarial
Recientemente se ha publicado el Real Decreto-ley 13/2022 en el BOE con las modificaciones del sistema de cotización de los trabajadores autónomos a la Seguridad Social de acuerdo con sus ingresos reales, y que será de aplicación a partir de 2023.
El RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) aglutina en España unos 3.300.000 de cotizantes, en sus diferentes modalidades, y están representados diferentes sectores, también en el sector seguros, según el tipo de actividad y funciones que desarrollen.
Más concretamente el sector seguros, se estima que existen aproximadamente 50.000 empleos por cuenta ajena y un total de 550.000 empleos (cuenta ajena + cuenta propia), lo que supone unos 500.000 empleos por cuenta propia, en su gran mayoría compuesto de trabajadores autónomos, y que podemos resumir en:
- Agentes de seguros
- Administradores y accionistas de sociedades
- Colaboradores externos de agentes y corredurías
- Proveedores, reparadores y gruistas
- Peritos, consultores…
- Emprendedores, Insurtech…
Es decir, y haciendo unos pocos números, podemos concluir que de cada 10 empleos del sector seguros (directos+indirectos) aproximadamente 9 son de trabajadores por cuenta propia.
- Una de las principales características del nuevo sistema de cotización para los autónomos es la pérdida de libertad de elección. Efectivamente el sistema actual permitía elegir el nivel de cotización y complementar con otros productos aseguradores, financieros o inmobiliarios la planificación de la futura pensión.
- Otro aspecto que cabe destacar es el cálculo de los rendimientos netos del autónomo, algo que no ha quedado claro en sus componentes (por ejemplo no se permite desgravar el vehículo y sus complementos, carburante, parkings, seguros, mantenimientos, etc…) que se intenta suplir con una desgravación no justificada del 7% para los Autónomos y del 3% para los autónomos societarios.
- Otra materia que ha traído cierta controversia, es que la nueva cotización es regresiva, pagan más proporcionalmente los que tienen menos ingresos, lo que incumple los criterios generales de progresividad de los impuestos y cotizaciones.
- Además comparativamente con los países de nuestro entorno resulta un sistema impositivo y de cotización mucho más elevado que en la mayoría de países europeos.
Especialmente para el sector seguros, estos cambios pueden representar:
- Menos presupuesto para los autónomos y por lo tanto afectará a su capacidad de pago de bienes y servicios.
- Los argumentos para realizar un plan de pensiones o un plan de ahorro complementarios a las pensiones de los autónomos: jubilación, enfermedad… pueden verse afectados.
- Los productos de Baja Diaria/ILT, pueden perder argumentos e incluso las pólizas de Salud, por sus elevados importes también pueden verse revisadas o eliminadas por los Autónomos.
- Se incremente el coste de emprender un nuevo negocio: agentes, corredores y colaboradores, abogados, reparadores, gruistas, peritos, consultores, insurtech….
- Aumento de la presión fiscal que se añade al aumento de los costes de la energía, materias primas e inflación.
Todo indica que la nueva cotización de los autónomos para el sector seguros, no es precisamente, una buena noticia.
Fuente: Segurosnews