Con un método similar al antiguo Cesvimap, sus tiempos de mano de obra y materiales son, en muchos casos, superiores al resto, al tener las mismas referencias para todos los países europeos.

Es sabido que los baremos de pintura juegan un papel fundamental en la peritación y, por ende, en las reparaciones de los talleres de chapa y pintura. La amplia interpretación que ofrece cada uno de ellos y los diferentes parámetros que utilizan provocan que los resultados puedan ser dispares en función de cuál sea el elegido. Pero, ¿son conscientes los talleres de las diferencias entre baremos? ¿Hasta qué punto determina la reparación la utilización de una formulación u otra?

Son preguntas que, hasta hace unos años, eran inimaginables. La restricción de Cesvimap -hasta hace no mucho utilizado como estándar del sector- ha hecho que talleres y aseguradoras recurran a otros baremos de los varios que han proliferado en el mercado. Los más comunes son los de Centro Zaragoza y AZT, además del de los fabricantes.

Precisamente, uno de los últimos en tratar de hacerse un hueco en España es el baremo de AZT, promovido por Allianz.

Muy extendido en países como Inglaterra o Alemania, GT Motive lo incluyó en su plataforma GT Estimate hace un año, junto al de Centro Zaragoza.

Pasado este tiempo, su uso sigue siendo reducido a pesar de que, a ojos de los expertos, cuenta con alguna ventaja tanto en tiempos, como en precio de materiales para los talleres. La razón que dan es que se trata de un baremo con costes europeos y no españoles. De hecho, reconocen desde GT Motive, ha sido necesaria su adaptación para adecuar el precio de los materiales a la realidad española.

La explicación de esta ‘distorsión’ es sencilla. “El coste de material de pintura es muy alto, porque estaba basado en los precios oficiales. Sin embargo, en España, esos precios están muy rebajados a los talleres”, algo que no sucede en otros países, explica Pablo Liñares, director de Marketing de GT Motive.

UN PROBLEMA DE ACEPTACIÓN

Sin embargo, este no es el único problema de su reducido uso hasta la fecha. El principal obstáculo viene derivado del interés de las aseguradoras.

“La principal barrera de su uso son las compañías aseguradoras. Muchas de ellas han promovido el baremo de Centro Zaragoza, con lo cual, no aceptan AZT y, a la hora de contraperitar, es difícil para los talleres defender su uso”, asegura Liñares.

Sin embargo, “el feedback que nos llega ha sido bueno”, destaca, aunque reconoce que han tenido que modificar el baremo dados los elevados costes de materiales que otorgaba.

Desde GT Motive aseguran que no se han marcado ningún objetivo a la hora de introducir este baremo. “Simplemente es una opción más que damos a los talleres. A nosotros no nos afecta que se utilice uno u otro”, justifica Liñares.

UN MÉTODO DE CÁLCULO DISTINTO

La perspectiva de la que parte AZT a la hora de realizar una peritación es totalmente distinta a la que realiza el baremo de pintura de Centro Zaragoza. “AZT se parece mucho a Cesvimap. Utiliza criterios en función de la gravedad del daño, si es bajo, medio o grave. Por su parte, Centro Zaragoza trabaja en base a superficie deformada, en base a longitud, con lo que el método de cálculo es diferente y los resultados distintos”, resume Paco Ossorio, responsable de producto de GT Motive.

En resumidas cuentas, todo se basa en una interpretación frente a un dato. “El dato que metes es un decímetro cuadrado en Centro Zaragoza. En cambio, en AZT introduces una percepción. Si es medio, grave o leve. Técnicamente, uno es más objetivo y los otros son basados en niveles subjetivos”, explica Ossorio.

¿QUÉ BAREMO CONVIENE MÁS AL TALLER?

Analizado este baremo, la pregunta en clara: ¿Qué baremo conviene más al taller? Liñares y Ossorio tienen posturas distintas, aunque ambos comparten el beneficio en tiempos para AZT.

“No hay un baremo bueno y otro malo. Todos los baremos son buenos. Es una cuestión de acuerdo entre el perito y el taller y de la avería en cuestión”, sostiene, por un lado, Liñares.

Por su parte, Ossorio resalta las ventajas de AZT. “Es más sencillo de utilizar que el de Centro Zaragoza. Es relativamente parecido a Cesvimap y si es cierto que los tiempos de mano de obra son algo superiores. Por ejemplo, a la hora de enmasillar, solo acepta más o menos del 50% de la pieza”, destaca.

Sin embargo, “dependes de que la compañía lo acepte”, aunque destaca su uso para trabajos a nivel particular.

Fuente: Infotaller