La cuestión no es ofrecer mucha más información, sino que el cliente la lea y la comprenda. La presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, en su intervención en los cursos de la APIE y la UIMP recordó que desde el pasado mes de marzo entraron en vigor las nuevas obligaciones de información de los productos de inversión basados en seguros. Es “la primera pieza de un entramado que, cuando esté terminado, tendrá muchas piezas como ésta”.
Para González de Frutos es algo que ya se ha vivido en el sector: “El regulador de seguros, sea europeo o local, ya ha pasado antes, muchas veces en realidad, por fases en las cuales se ha convencido de que la mejor política de transparencia es la que la multiplica. Siguiendo este patrón, el regulador obliga a sus regulados a elaborar y poner a disposición del cliente notas sobre los riesgos consorciables, sobre el régimen fiscal del seguro, sobre esto, sobre lo otro…”. Pero, afirmó, “con el tiempo, el regulador, como no puede ser de otra manera, se acaba por dar cuenta de que no hay comunicación transparente que no sea efectiva; que el tema no es dar mucha información, sino que la información que se aporte se lea, y se comprenda. Y entonces llega la directiva de distribución de seguros con su DIPS, la directiva IORP con su documento de no más de dos páginas, etc”. “Puesto que esto ya ha pasado, sería bueno que el regulador fuese consciente de ello, y tratase de quemar etapas. Y de entender que, en materia de transparencia, lo mejor, no pocas veces, es enemigo de lo bueno“.
Fuente: Aseguranza